El alto calor de combustión de los hidrocarburos, determina su utilización como combustible en
la vida cotidiana y en la producción.
El que más ampliamente se emplea con esta finalidad es el
metano, el cual es un componente del gas natural.
El metano es un hidrocarburo bastante accesible,
que se utiliza cada vez más como materia prima química. Su combustión y descomposición encuentran aplicación en la producción del negro de humo destinado para
la obtención de la tinta de imprenta y de artículos de
goma a partir de caucho.
Su reacción de halogenación
permite obtener derivados halogenados, los cuales encuentran aplicación práctica como
disolventes, como el diclorometano
y el tetracloruro de carbono.
La mezcla de propano y butano
conocida como gas doméstico, se
emplea en forma de «gas licuado»,
especialmente en las localidades
donde no existen
conductos de gas
natural.
Los hidrocarburos
líquidos se emplean
como combustibles
en los motores de
combustión interna
de automóviles, aviones, etc. La gasolina
es una mezcla de
octano a decano y la
parafina de una vela,
es esencialmente
triacontano.
Se ha encontrado recientemente que un gran número de
alcanos funcionan como feromonas, sustancias químicas que
usan los insectos para comunicarse. Por ejemplo, el 2-metilheptadecano y el 17, 21-dimetilheptatriacontano, son atrayentes sexuales de
algunas especies de polilla
y de la mosca
tse-tsé, respectivamente.